Srta. Sara Sepúlveda Ramírez
Este fruto de la unión de don Agustín Sepúlveda y doña Melí Ramírez, ha vivido una existencia, junto a sus hermanos Vivi, Gueo y Enio, rica en bondades, servicios y amor al prójimo, en su máxima expresión.
En la época que era niña sobresalen dos vivencias: la una, el chavito diario que invertía durante el recreo de la escuela Perry, comprando pan con mantequilla en la Tienda Frank o la china o el guineo que lo vendía don Beltrán Quiñones. El otro recuerdo es cuando la "saltaron" de 5to. a 7mo; grado, como decían antes. Había que economizar.
A los dieciséis años, se gradúa de la Academia San Luis, y pasa a la Universidad de Puerto Rico, fue parte de varias organizaciones: SIU (Sociedad Independentista Universitaria), Centro Católico Universitario, representante de la Junta de estudiantes para maestros. Al año y medio hubo problemas en la Universidad de Puerto Rico e ingresó en el mundo profesional y educativo como maestra en el barrio París de Laja. Terminó su Bachillerato en Artes especializado en educación unos años después.
Este, su primer laboratorio escolar, la impactó las condiciones del salón. Y... manos a la obra: convirtió el salón en un lugar digno, feliz, saludable, con adornos en las pizarras, etcétera.
Celebraba parrandas navideñas las que les proveían fondos para los regalos de Reyes. Del barrio París Sarita pasó a la escuela urbana Arturo Grant Pardo, donde fungió como Maestra Encargada, ayudante de la Directora y maestra de Estudios Sociales.
En el 1966 fundó con Tato Ruiz y su hermano Gueo el Centro Cultural de Lajas y luego las Hijas Católicas. Fue líder de la Junta Local de Maestros de Lajas y Presidenta de la Cooperativa de Maestros de Lajas. Organizó la primera cooperativa juvenil de ahorro y crédito, única en Puerto Rico, llamada Mi Tesoro.
En 1994, fue Asambleísta Municipal (hoy Legisladora Municipal) .
Acompañó al Ballet Folclórico Guaitio, de la profesora Aida Báez Báez y adscrito al Centro Cultural de Lajas, a España a unas competencias europeas de donde trajeron innumerables trofeos y condecoraciones. Pagó sus propios gastos.
Publica varios periódicos y boletines, a saber, El Tirapiedras del Centro Cultural, Alborada del Club Altrusa, Juegos Florales del Centro Cultural, Arturo Grant Pardo, Hijas Católicas, corresponsal de Ecos de la Asociación de Maestros de Puerto Rico.
En 1971 fue nombrada Apoderada del equipo Criollos de Cañitas, dirigido por Callín González.
En su peregrinar diario tropezó un día con una placa con una rosa roja en su centro con el siguiente mensaje: "Siempre florece la vida en aquellos que dan amor a los demás". Obsequio de un adicto a drogas que había encontrado en ella un alivio a su problema. Otro de sus protegidos creó una compañía de pintores muy exitosa.
En la época que era niña sobresalen dos vivencias: la una, el chavito diario que invertía durante el recreo de la escuela Perry, comprando pan con mantequilla en la Tienda Frank o la china o el guineo que lo vendía don Beltrán Quiñones. El otro recuerdo es cuando la "saltaron" de 5to. a 7mo; grado, como decían antes. Había que economizar.
A los dieciséis años, se gradúa de la Academia San Luis, y pasa a la Universidad de Puerto Rico, fue parte de varias organizaciones: SIU (Sociedad Independentista Universitaria), Centro Católico Universitario, representante de la Junta de estudiantes para maestros. Al año y medio hubo problemas en la Universidad de Puerto Rico e ingresó en el mundo profesional y educativo como maestra en el barrio París de Laja. Terminó su Bachillerato en Artes especializado en educación unos años después.
Este, su primer laboratorio escolar, la impactó las condiciones del salón. Y... manos a la obra: convirtió el salón en un lugar digno, feliz, saludable, con adornos en las pizarras, etcétera.
Celebraba parrandas navideñas las que les proveían fondos para los regalos de Reyes. Del barrio París Sarita pasó a la escuela urbana Arturo Grant Pardo, donde fungió como Maestra Encargada, ayudante de la Directora y maestra de Estudios Sociales.
En el 1966 fundó con Tato Ruiz y su hermano Gueo el Centro Cultural de Lajas y luego las Hijas Católicas. Fue líder de la Junta Local de Maestros de Lajas y Presidenta de la Cooperativa de Maestros de Lajas. Organizó la primera cooperativa juvenil de ahorro y crédito, única en Puerto Rico, llamada Mi Tesoro.
En 1994, fue Asambleísta Municipal (hoy Legisladora Municipal) .
Acompañó al Ballet Folclórico Guaitio, de la profesora Aida Báez Báez y adscrito al Centro Cultural de Lajas, a España a unas competencias europeas de donde trajeron innumerables trofeos y condecoraciones. Pagó sus propios gastos.
Publica varios periódicos y boletines, a saber, El Tirapiedras del Centro Cultural, Alborada del Club Altrusa, Juegos Florales del Centro Cultural, Arturo Grant Pardo, Hijas Católicas, corresponsal de Ecos de la Asociación de Maestros de Puerto Rico.
En 1971 fue nombrada Apoderada del equipo Criollos de Cañitas, dirigido por Callín González.
En su peregrinar diario tropezó un día con una placa con una rosa roja en su centro con el siguiente mensaje: "Siempre florece la vida en aquellos que dan amor a los demás". Obsequio de un adicto a drogas que había encontrado en ella un alivio a su problema. Otro de sus protegidos creó una compañía de pintores muy exitosa.
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